domingo, 24 de mayo de 2015

Salto

 Cuando él llego a su vida, todo fue transformado, aún si dar crédito a lo que realmente creía, ella dejo que los días se sucedieran y todo fuera natural. 
Sus visitas, sus charlas y compartir los detalles, que no eran más que lo cotidiano, el mate, la lluvia, y alguna lectura.
Música siempre y de a poco, más próximos que lo que nadie podía imaginar.
Ligereza del contacto, y los gestos distraídos para poder seguir sin sobresaltos.
El siempre amable, iba llegando a ella, hasta donde nadie había llegado, o a nadie había dejado.  No sospechaba de él, o minimizaba la posibilidad.
Una noche, mientras cenaban, una mirada cruzo todos los umbrales y frente a frente descubrieron un universo nuevo, único, sólo de los dos.
Ella se quedo sin alientos ver que no había vuelta atrás y que su mirada profunda llegaba en ella para quedarse, de tal impacto, dejo salir una risa franca y natural, él la acompaño, y se deslizo, y su cuerpo tibio la rodeo.
Principio y fin.
Y asi como quien es atravesado, creció en desconcierto, el placer.
Descubrirse, abrir esa puerta. Inicia desmesuras, extrañas revelaciones.
Pareciera que otro sabe mas de sí mismo.
Aún disfruta el vértigo de ese extraordinario salto hacia sí.

viernes, 1 de mayo de 2015

Certeza

Tac tac, suena la maquina en mi cabeza, busco, incansable algunas palabras, y se me van,  
con imágenes y sensaciones oscuras, soy mi censurador, juicio pesado.
Me vi, lo se entre ese barranco, lo sentí. 
El deseo, mirar dejarme caer, sin pensar en el dolor, o el golpe, 
ya mas allá de eso, ya pasando la deseada puerta, 
lo desconocido, el brutal miedo, el vértigo por descubrir, me vi, lo se.
Mas lejos todavía, caer, y sobre mi la lluvia, y casi la perdida de la memoria instantánea, 
soltar y la libertad inimaginada, 
soltar, soltar todo, los conceptos, la idea, la mente.
Soltar y la libertad real.
Mas abajo, mi cadáver, y  el caer de la lluvia, el deseo, confuso, creería, tal vez no.
Mi ser sin envase, en envase a merced de la naturaleza voraz, nadie sabe, nadie ve.
como el aire, como nada,  cerca del mar, ya otra vez había sido así, lo vi también.
Millones de veces vuelvo al mar, es como mi hogar, azulverde.
Lejanos todos, ya sin mi en la memoria, y nada es real, después todo, es nada, es zen.
Vibración extraña, tierra agua, piedra hiedra, y ese árbol, aún se que es un árbol, sin ser.
Hay algo mas, dónde?
Hay, lo sé aún sin tener donde sentir
Guardado en algún lugar, hay.
Secuencia de calidez, cómo? Ya no soy.
Cómo podría ser sentir ahora?
Igual lo es.