domingo, 22 de marzo de 2009

sol de otoño


Caminando bajo la arboleda, entre las sombras que me rodean,
avanzo, y llego al claro,
el sol me ilumina...

El tibio sol me abraza, me cobija.

Me transforma, mi cuerpo lo recibe.
Y así, pienso, sabe él de mi?
Con mi mano, como si lo tocara...
Sabe de mi pequeña existencia,

sabe de la transformacion que operó en mi...

Tal vez, no.
Tal vez sólo sea como un grano de arena en el mar,

mi pequeña existencia, pero por él brillo mas.

Disco de oro en el zenit,
transformas cada día,
diáfano.

1 comentario:

JESUS y ENCARNA dijo...

Siempre reconfortante la primavera y el otoño... para mí las mejores estaciones donde vuelve la calma después de todo lo extremo... frío, calor.
Petonets
Encarna