jueves, 2 de julio de 2009



Lejos


Tanto me pedías la distancia

Tanto me pedías el silencio,

Que entonces una noche

Cerrada y sin luna

Abri mi pecho, y lo saque

Sali a caminar con él en mis manos

Toda la noche hasta llegar al mar

Y en la orilla me despedí

y lo lance con fuerza,

a ver si el oleaje lo alejaba de mi,

y ahora que esta lejos,

no se porque tus ojos

me siguen hablando así

que es esto que aún late

en mi cuando respiras

que resuena dentro profundamente

cuando suena tu voz

Si lejos deje mi corazón

Entonces, dónde guardaba mi amor?

Que ausente, lejos, y en silencio

Desgarra aún, y más me abruma.

2 comentarios:

M dijo...

Genial Tiersen.

A veces el amor actua como una enfermedad, que no solo se aferra al corazón sino a todos los órganos vitales.

JESUS y ENCARNA dijo...

preciosa!!!!!!!
Encarna