Alma suelta sin atarse,
Agitada,
Cruza cielos azules invernales
Que delicia lleva en sus alas
Así sin peso,
Tan ligero que da envidia
y alli, ese brillo en sus ojos
ese respirar despejado…
Que grande es el corazón
Cuando se supera…
Y deja que ocupe todo el pecho
sin estar enjaulado entre sus dedos
O con la vigilia de sus ojos.
Que aún ausente es tu verdugo
Deja que crezca en ti,
Deja que crezca y que la herida empequeñezca…
Entonces estarás listo
2 comentarios:
Un placer levantarse y leerte una mañana tormentosa de domingo. Por aquí ya se vislumbra el otoño,y por allá ya huele a primavera, ¿no??? Besos
Ginebra por la mañana, y yo por la tarde, apurando este dia de domingo que se va acabando... un placer tus letras
Muakisssss
Encarna
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