Aqui mismo,
donde estoy,
en mi, este es mi lugar.
Tu mano me acompaña,
sueñas que camino por la playa,
y aqui estoy,
puedes verme?
Donde estés,
puedes verme.
Estás claramente en mi...
Aclarándome,
mas profundo,
mágico diría,
maravillada…
por la precisión de tu mano
llevando mi alma enlazada.
Hacia nuevos cielos...
Hay cosas que se encienden y deslumbran con la velocidad de la luz... es así, no traen medidas, son fulminantes, mágicas.
Vibran en uno hasta las fibras más profundas, y aún desconociendo, aparecen igual, esa intensidad..
Y de hecho se suceden unos choques de fondo, viscerales…
Y de tanto se consumen ahí mismo, el un instante de brasa total.
Y ahí nomás me estaba viendo, así como a lo bonzo…
En un intenso incendio silencioso…
Reconozco esa huella en mi…
Como una marca de fuego, se hundió en mi piel, y definitivamente me cambio.
Después, mis ojos acompañaron tus pasos, lentos, en una distancia natural.
Y vuelvo a mi sendero, siempre mis pasos, van más allá, también andar es mi naturaleza…
Y entre huellas y caminos, vamos cruzándonos.
Desde vaya a saber cuándo, reconociéndonos, reencontrándonos.
Surcándonos así, sin más, naturalmente.
4 comentarios:
Estáis destinados.
Desde siempre.
Que sea para bien.
Besos.
intenso incencio silencioso... brillante, poeta!!
Estoy de acuerdo con Raúl, es muy intenso ese escrito. Tienes un sentir profundo, Gabriela y éso dice mucho de ti.
Te dejo besos, me alegra siempre verte:)
Vos si que te abrís a sentir lo que el mundo te propone, eh!
Me encantó!
Te dejo besos y abrazos!!!
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