En la arista
nocturna entre estos dos mundos que suelo habitar, ambos parecen tan
reales...en este límite sutil del sueño, cambia la percepción y aquí mismo todo
es posible, en el mundo y en mi. Relajada
y serena, donde la oscuridad y el silencio me provoca más placidez. Me reconozco en este presente intenso que me
contiene, esta profunda sensación de
saber de mí, me abre claramente todas las puertas y llego a senderos que ante mí
se van revelando.
4 comentarios:
Una sabia placidez desprenden tus palabras.
Que la disfrutes.
Besos.
bailando entre dos mundos, al compás de los violines. precioso paseo onírico.
Qué dulce es leerte. Siempre.
Cuantas cosas serán las que saben los sueños que nosotros no?
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