domingo, 3 de abril de 2016

Del otro lado

Tac tac, suena la máquina en mi cabeza, busco, incansable algunas palabras, y se van, con imágenes y sensaciones oscuras, soy mi censurador, juicio pesado.
Me vi, lo se entre ese barranco, lo sentí. 
El deseo, mirar dejarme caer, sin pensar en el dolor o el golpe, ya mas allá de eso, pasando la deseada puerta, lo desconocido, el brutal miedo, el vértigo por descubrir, me vi, lo se.
Mas lejos todavía, caer, casi la perdida de la memoria instantáneamente.
Soltar y la libertad inimaginada. 
Soltar, soltar todo, los conceptos, la idea, la mente.
Soltar; la libertad real.
Mas abajo, mi cadáver,  el caer de la lluvia, el deseo, confuso, creería, tal vez no.
Mi ser sin envase, el envase a merced de la naturaleza voraz, nadie sabe, nadie ve.
Como el aire, como nada,  cerca del mar, ya otra vez había sido así, lo vi también.
Millones de veces vuelvo al mar, es como mi hogar, azulverde.
Lejanos todos, ya sin mi en la memoria, y nada es real, después todo, es nada, es zen.
Vibración extraña, tierra agua, piedra hiedra, y ese árbol, aún se que es un árbol, sin ser.
Hay algo mas, dónde?
Hay, lo sé aún sin tener donde sentir
Guardado en algún lugar, hay.
Secuencia de calidez, cómo? Ya no soy.
Cómo podría ser sentir ahora.
Igual lo es.


2 comentarios:

Ginebra dijo...

Los sentimientos y emociones, un mundo interior por descubrir del todo. Incluso hay gente que no sabe de qué hablo. No parece ser tu caso, pues exploras y descubres en cada frase.
Besos

TORO SALVAJE dijo...

Este no lo comento.
Leo y releo.
Estás centrifugando emociones.
Es hermoso leerlo.

Besos.