Guarda cada huella en la piel,
contacto, toque , peso, tibio,
Nada para olvidar,
tesoro sutil,
fragante dulzor.
-Mente fuera-
Mundo sensorial,
traído en la memoria del latir,
aún más lejos que ayer.
Y de la misteriosa coincidencia,
resignificación vital,
música, calles, días.
con trazo certero,
la tinta ancestral
te traía escrito medular.
2 comentarios:
Me has hecho recordar algunos tesoros que permanecen intactos en el tiempo.
Todavía relucen.
Besos.
Guardemos, sí, las sensaciones como joyitas de un tesoro privado... UN abrazo.
Publicar un comentario