sábado, 8 de septiembre de 2012

Soberano


Soy mi propia religión, mi soberano, yo me enseño 
Pretendo ser real y todavía soy un sueño 
Soy mi propio enemigo y me importa la derrota 
Tu mirada se me nota es mi cáscara y mi ropa.

Yo soy aun no soy mío y aunque quiera ser mi dueño 

Envejezco y me hago grande y todavía no me tengo 

Soy mi dolor, Soy mi condena 

Soy el veneno de mis venas 
Soy mi remedio, soy mi cura, 
la enfermedad es mi cordura 

Tengo duras las pupilas, tengo corta la mirada 

Y si en el fondo hay algo bueno, lo imagino, no lo veo 
Tengo celos, tengo envidia, tengo bronca y me lastimo 
No piensen que soy humilde, yo solo me subestimo. 

Y aunque me parezca a todos y me confunda con la gente

Soy como nadie soy diferente, 
Soy mi maestro, mi referente.

Soy, lo que siento, lo que me pasa, 

ese es mi templo, esa es mi casa 
Soy, como nadie, soy diferente 
Yo soy mi dios, mi referente. 

Soy legal, clandestino, un cordero y un asesino 

Munición sin escopeta,
un caballo salvaje en una carreta.

Soy leal, soy celoso, tengo códigos, como un mafioso 

Los dementes me acompañan, mis amigos no me extrañan
Soy temerario, perseguido, mal pensado, retorcido 
Estoy enfermo de humanidad, bebiendo luz de la oscuridad 

Como aun no soy consciente necesito de la gente 

Por dentro soy vulnerable, por fuera autosuficiente 
Soy la fuerza del vapor, una mezcla de agua y fuego, 
yo soy semilla de sol, un enviado del cielo.

Me desvela descubrir el corazón tras tanto velo 

Soy luz intermitente, soy pájaro que aun no vuelo 

Soy, lo que siento, lo que me pasa, 

ese es mi templo, esa es mi casa 
Soy, como nadie, soy diferente, yo soy mi dios.

Ahí en esa podredumbre esta la fuerza de la flor 

Ahí donde la vida duele, curan los ojos del amor 
Ahí cambias la suerte, por el impulso de crear 
Ahí reconocernos es suficiente, es empezar a cambiar.

Ahí en esa podredumbre se encuentra el compost de mi flor 

Ahí donde la vida duele, se abren los ojos del amor 
Ahí en el pozo de la desidia, terminan ganas de crear 
Ahí reconocernos es suficiente, es empezar a cambiarnos.

Soy, lo que siento, lo que me pasa, 

ese es mi templo, esa es mi casa 
Soy, como nadie, soy diferente, yo soy mi dios.
Es empezar a cambiarnos...