Estiras la mano, y apuntando con tu dedo,
tocas la luna.
Quien puede negar tu perspectiva
Es válida para ti.
Tal vez esta noche te salva.
Quien puede juzgar tu verdad.
Tu corazón hace sombra sobre tu inconfundible tristeza,
Tu verdad, es el fuego que te enciende,
Entonces ya sabes,
Ve por él!