Tarde cálida, de abril,
Viento barre oscuras nubes,
Remolinear de hojas otoñales,
Placer, total.
Reconocer en el andar,
las calles y lo fragante del clima,
traen una magia deseada, clara,
atesora corazón.
Mientras tanto
la vorágine se agolpa en las esquinas,
sin ver,
desensibilizados de este tesoro
que parece sólo yo veo.
Sin velo, descubre.
y sobrevuelo la escena,
privilegio, siento,
quien podrá entender,
este corazón que palpita inequívoco
gigante, casi no cabe bajo este esternón