sábado, 13 de octubre de 2012

Residual

Y vos, que eras así, voraz,
que te tragaste la vida de una bocanada.
Y eras tan intenso, que arrasabas con todo.
Todo ese Amor, esa furia, devastando.
Tan vital, tan amado.
Y de alguna manera,  te admiraba,
a pesar de conocer el dolor que producías,
a mis seres queridos, y a mi misma.
Mi referente de mesura,  siempre fuiste vos.
El ejemplo en contraposición.
Ser intenso pero nunca como él.
Amar tanto, pero nunca como él.
Vivir tanto pero nunca como él.
Admirado y odiado.
Y después ver, que eras tan solitario.
Tan solo.
Tan vacía tu intensidad.
Detuvo tu corazón.
Y cuando en mí te veo,  sufro.
Y sin embargo   envidio, tu valor!
Aún tu horror.
Y será que vivo a medias tintas.
Tibia, mediocre.
Será que tendría que tragarme al mundo.
Sin medidas.
Sin piedad por otros.
Esa intensidad Total que siento.
Siempre.
Desmesurada.
Tu niña.
Diluyó  pasiones por piedad.
Esa que nunca tuviste,
Yo, he venido a compensar?

Hoy quisiera ser feroz.
Brutal
Auténticamente  salvaje.
Y  abrir mis alas y arrasar.
Ave de presa.
Mi temperancia, me está matando.
Tengo Amor residual.
Tóxico.
Mortal.
Y mi hueco corazón golpea mis costillas,
A veces quiere detenerse,  como el tuyo.
Mi alma no está ahí.
Se está derramando, en sangre
Y  quizás  llega a tu antigua calavera.
Y así, una noche de tormenta,
Como esta,  vienes a buscarme.
Y me rescatas, y me abrazas,
Y me vuelves a mecer
Como a tu niña.
Completamente liberada
De esta misión de intensidad,
que no he podido cumplir,
ni por mi, ni  por ti.
Llévame contigo a dormir,
Plácidamente, pero sin retorno.