Día uno
Salgo, ahí mismo me cruzo con vos,
una mirada extraña percibo,
noto irritación, tensión.
Me incomodo, te esquivo.
Día dos.
Vuelvo a cruzarte,
no me conocés.
Cada mañana te veo en el tren.
Ceño fruncido, cuerpo acorazado.
Día tres.
Pasas por el anden y me atropellas,
tu mirada me lanza una llamarada.
Día cuatro.
Apoyado en la barandilla fumas ido.
Vuelvo a observarte,
en mi humor es mejor hoy.
Día cinco.
Menos gente en el anden.
Ves que te miro.
Bajas la mirada.
~Pienso. Que solos estamos todos.