Desde niña había sentido su paso cercano.
Las primeras certeza mudas
a quien compartirle tal presencia.
Mis amigas me creían sin saberlo rara.
Cuando caminaba, ella me marcaba amorosa el paso.
Cuando llovía de principio lento,
luego corriendo ambas como flecha.
Presencia amiga, cómplice y maestra.
Supo buenas palabras cuando eligió a mi padre,
joven y vital.
Es el verdadero tacto, me decía.
Siempre estoy,
mas no escuchan mi susurro.
Luego hay sorpresas.
Siempre estoy.
Compañía inseparable.
Luego de mayor, mi madre,
mas hermanada, en verdad.
Ayer nomas de un beso
invitaste a mi hermana,
y sentir una dimensión
extraordinaria de libertad.
Mientras camino con ella,
siento gratitud, magia.
Punto de transformación y salto.
Tu aire me susurra,
conozco tu aliento y tu voz.
Mi corazón se agita,
esta enamorado de tu presencia,
tu compromiso vital.
Llave de mi alma.