El se acercó al cuerpo caliente en esa siesta de febrero.
Febril.
Un sopor naranja era el paisaje,
bruma en densidad.
Los cuerpos desdibujándose en el esfuerzo desmedido,
inercia y hondura en el recuerdo provocaban una mortecina exalación.
Tres.
Bocanada vacia y retomar.
Contemplar sin tiempo.
Noche.
Aire azulado ahora.
Soltarse hacia arriba en desprendimiento vital
1 comentario:
Y sí... me ha gustado mucho.
Besos.
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