viernes, 1 de mayo de 2015

Certeza

Tac tac, suena la maquina en mi cabeza, busco, incansable algunas palabras, y se me van,  
con imágenes y sensaciones oscuras, soy mi censurador, juicio pesado.
Me vi, lo se entre ese barranco, lo sentí. 
El deseo, mirar dejarme caer, sin pensar en el dolor, o el golpe, 
ya mas allá de eso, ya pasando la deseada puerta, 
lo desconocido, el brutal miedo, el vértigo por descubrir, me vi, lo se.
Mas lejos todavía, caer, y sobre mi la lluvia, y casi la perdida de la memoria instantánea, 
soltar y la libertad inimaginada, 
soltar, soltar todo, los conceptos, la idea, la mente.
Soltar y la libertad real.
Mas abajo, mi cadáver, y  el caer de la lluvia, el deseo, confuso, creería, tal vez no.
Mi ser sin envase, en envase a merced de la naturaleza voraz, nadie sabe, nadie ve.
como el aire, como nada,  cerca del mar, ya otra vez había sido así, lo vi también.
Millones de veces vuelvo al mar, es como mi hogar, azulverde.
Lejanos todos, ya sin mi en la memoria, y nada es real, después todo, es nada, es zen.
Vibración extraña, tierra agua, piedra hiedra, y ese árbol, aún se que es un árbol, sin ser.
Hay algo mas, dónde?
Hay, lo sé aún sin tener donde sentir
Guardado en algún lugar, hay.
Secuencia de calidez, cómo? Ya no soy.
Cómo podría ser sentir ahora?
Igual lo es.

2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Ojalá haya algo más.
Aunque yo soy muy incrédulo he de admitir que hace años tuve una experiencia brutal que me hizo sospechar que si que hay algo más.

Besos.

Ginebra dijo...

El mar y el árbol existen, están aquí para mecernos el primero, para ayudarnos a respirar, el segundo. Tenemos tantas cosas! que tampoco me preocupan muchos aquellas que imagino y no sé si existirán.
Besos