miércoles, 19 de julio de 2017

Acierto

Era una aguja.
Ligera, filosa
No había nada en ella que pudiera esperarse,
Su diálogo desde la incertidumbre y la duda acuareleaba todo,
se mezclaba con habilidad desestructurando lo sabido,
lo pensado,
su naturaleza era violenta áspera
desde su impecable lugar se lanzaba,
aún en la certeza del fracaso, del dolor,
iba erguida e iluminada,
en el tajo era más.
Desconocía su comienzo
intuía su final
-lo anhelaba-
Cuando avanzaba su goce era estremecedor
- perverso-
Tu pecho su atino perfecto

1 comentario:

TORO SALVAJE dijo...

Parece alguien invencible.

Besos.