miércoles, 25 de octubre de 2017

Búsqueda

Hace días que ando buscándote,
después del trabajo, en casa, mientras cuido el jardín.
Apareces brevemente y siento que me rehuyes.
Me doy cuenta que te necesito,
no puedo evitarlo,
comencé a evitar todo lo demás.
Ella está llena de voz,
un rumrum inquieto y voraz.
No deja escuchar. Ni siquiera a ella misma. Me agota.
Quiero que vengas con tu dulce remanso,
tu paz.
Como un paisaje en mi.
Para recobrar la energía y el sino.
Abrázame
y que todo lo demás calle.
Silencio mío,
habitame.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Yo también lo echo de menos.
Quiero vivir y morir entre sus brazos.

Besos silenciosos.

fany sinrimas dijo...

Yo también busco ese remanso de paz; ese silencio que me niega el griterío fanático de la calle tratando de intimidar.

Un abrazo.

José A. García dijo...

Hay tanta belleza en el silencio y, sin embargo, nos empecinamos en hablar todo el tiempo...

Saludos,

J.