sábado, 25 de abril de 2020

Antigua leña

Voy andando, 
mientras en este tiempo, 
se resignifica, 
inclusive pierde sentido lineal
siempre en incendios
inquieta, arrolladora 
Impredecible.

De una intensidad medular
Genuina -a cualquier costo-
Enamorada de la vida
-y de la muerte-
Reconocer esta identidad
me libera.

Lejos de cualquier especulación
vuelvo a fascinarme 
en esta naturaleza de zarza ardiente

4 comentarios:

Ginebra dijo...

La vida y la muerte como la cara y la cruz de una misma moneda. Como los puntos de unión en una línea que, en nuestro caso, no es infinita. En fin, vivimos ausentes al destino que nos espera y creo que es un error, pues olvidamos que vivimos y morimos.
Lo importante es el Carpe Diem, ese sacarle todo el jugo al día a día que a veces es tarea imposible.
Un enorme abrazo, amiga

TORO SALVAJE dijo...

Estás mejor cada vez.
Dime el secreto.

don dumas dijo...

siento cuando leo esa inquietud que desprende la excelsa poesía, magnética, su fuego...

Un abrazo

Patricia K dijo...

Reconocer es liberarse, cualquiera sea la naturaleza del nombre.
Extraordinario poema.
Saludos.