miércoles, 30 de junio de 2021

Aquellos tiempos en trenes

 Miro el reloj del andén y corro, sin correr, solo agito el ritmo, y justo antes que cierre, logro entrarme mezclo entre la gente, y ya se que en el quinto vagón, esta.  No necesito buscarlo. Lo se.

Mi cabeza sumergida en la melodía me da marco cinematográfico y siento , que la realidad y la ficción son solo una trama , como de trampa para poder urdir locuras, y percibir las emociones y los sentimientos violentos con mas descaro, con más libertad, y ahí voy.
Levanto la vista y ahí está, camisa cómoda, y aún así, rasgos de contradicción. No me ve, y así me siento más cómoda, solo yo conozco el plan, claro, cuando la voluntad es fuerte, nada pude detenerme. Me siento poderosa. Avanzo. De pronto gira, y me ve. No hago nada, sigo con la mirada fija en el paisaje veloz y repetido.  El también lo ve cada día. También espera un acontecimiento, como todos, lo necesitamos silenciosamente, con un auténtico pulso de liberación, 
Tren se detiene y de su bolso saca el libro. Copio su gesto y saco el mío. A la par, casi codo a codo.  No puede evitar ver que leemos lo mismo.
Se asombra, pero no.  De reojo esboza sonrisa. Igual.
Pienso que si eso hubiera sido parte del plan, no podría haber sido tan perfecto. No dejo duda, nada de esas siembras hoy.
 Me sorprende que de alguna manera cada vez esta mas cerca, no hay tanto movimiento de gente, y si embargo ocurre.
Me llega su perfume, y la sensación es familiar, me emociona un poco, esta trama deliciosa, y no puedo evitar cerrar los ojos en el gesto que inhala.
Retoma la marcha, y vuelvo a mis páginas, miro su camisa, me mira y sonrie dejándome saber que vio que leemos el mismo libro.
Cómplices de letras pienso. El también vuelve a leer.  Cuanto tiempo hace que viajo cerca de él.
Cuantas veces nos cruzamos. Meses quizás.  Hoy él se acerca, no me habla, sin embargo su proximidad es definida.
Voy lamentándome llegar a mi estación, y al fin de esta magia que hoy se armó.
Le pido permiso sin hablar, accede, y sigue mis pasos.  Se agita mi pulso, nunca bajó conmigo, su proximidad y a perfección de hoy...
Mientras camino guardo mi libro y trato de ver, por donde va. 
Sigue a mi lado. -Voy a preguntarle- Giro, me sonríe, sin palabra, ninguno, risas.
Salimos de la estación. Suavemente me toma del brazo, aún sonriendo y me invita   un café.

4 comentarios:

eli mendez dijo...

Interesante relato
Quien no ha soñado/imaginado un encuentro con alguien que ve asiduamente y despierta su interes?
Texto con un final abierto y feliz para la protagonista que bien pued evaler un "continuará"..
Saludos Gabriela y gran noche para vos.

Siby dijo...



Que hermosura, cierto a veces uno suena
con alguien, y como un milagro tienes
ese encuentro, esperando todo vaya bien,
primera vez que te visito y te seguiré,
si me dejas.

besitos dulces

Siby

TORO SALVAJE dijo...

Cuántas ocasiones de conocer a alguien se han perdido en trenes, autobuses, metros, etc...

Besos.

Unknown dijo...
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