domingo, 13 de septiembre de 2009



Alma suelta sin atarse,

Agitada,

Cruza cielos azules invernales

Que delicia lleva en sus alas

Así sin peso,

Tan ligero que da envidia

y alli, ese brillo en sus ojos

ese respirar despejado…

Que grande es el corazón

Cuando se supera…

Y deja que ocupe todo el pecho

sin estar enjaulado entre sus dedos

O con la vigilia de sus ojos.

Que aún ausente es tu verdugo

Deja que crezca en ti,

Deja que crezca y que la herida empequeñezca…

Entonces estarás listo

Para con nuevas alas surcar inmensos cielos



2 comentarios:

Ginebra dijo...

Un placer levantarse y leerte una mañana tormentosa de domingo. Por aquí ya se vislumbra el otoño,y por allá ya huele a primavera, ¿no??? Besos

JESUS y ENCARNA dijo...

Ginebra por la mañana, y yo por la tarde, apurando este dia de domingo que se va acabando... un placer tus letras
Muakisssss
Encarna