miércoles, 14 de octubre de 2015

Vaivén

Mañana fresca, clara.  Salir al jardín, inhalar fragante, pasto recien cortado, correr a pies descalzos.
Subir despacio a la brillante hamaca, en rojo y verde.
Placer.
Nadie más que yo seguro podría hacerlo.
Acostadita en el piso de doble unión, mirar el cielo.
Así más mía la mañana. Vértigo de vaivén y dejar que la cabeza se apoye mientras se mueve.
Diversión íntima y total.
Dos movimientos, ya de pie, extender los brazos hasta el límite caño superior,
revoleo de piernas, traba de rodillas, y dejarse caer.
Mecerme.
Más vértigo cielo verde, piso de nubes.

Antiguo cambio de perspectiva.

2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Que envidia me has dado.
Ahora mismo te robaría esa hamaca...

Besos.

Ginebra dijo...

Creo que una de las claves de la felicidad consiste en tener vida interior y presupongo que tú la cultivas bastante:)
Besos