Hay días en que el mundo se reduce,
de tanto afuera,
de tanto ruido,
de tantas batallas cotidianas,
titiriteros maquiavélicos,
que necesariamente,
casi natural; se reduce,
y entonces,
entre mis brazos
y los tuyos,
el mundo cabe
en este pequeño abrazo.
de tanto afuera,
de tanto ruido,
de tantas batallas cotidianas,
titiriteros maquiavélicos,
que necesariamente,
casi natural; se reduce,
y entonces,
entre mis brazos
y los tuyos,
el mundo cabe
en este pequeño abrazo.
2 comentarios:
Que bien.
:)
Besos.
Buenas tardes Gabriela, ojala todo se redujera a un abrazo, mas, en ese instante de energia entrelazada que nos ofrece esta imagen.
Ahora he quedado con Encarna, para ir de compras, imaginate lo que me gusta, cosas de Navidad.
Aunque ella lo sabe, pero siempre he creido que junto con esos tradicionales regalos ira una parte del afecto.
Besos,
Jesus
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