domingo, 5 de septiembre de 2010

Libertad verdadera en espacios afectivos.



 Leo y releo.  Pensadores, filósofos, religiosos.
Sobre el Amor, la libertad y otras yerbas…
Me reconozco en el Amor, y mi espíritu se proclama libre…
Salgo un poco de mi,
Ni muy lejos, hasta vos.
Que te quiero y te respeto.
Y ahí  nomás mi teórico hizo agua…
Mi libertad
Tu libertad.
Pueden no tener ni una tangente.
Cuanto amor, cuanto respeto.
Verdadero.
Consciente.
Hay que elegir.
Hay que buscar balance.
Mi libre palabra,
Atraviesa tu libre corazón. (y no es gratuito, no!)
Te respeto, mi Amor encuentra libertad en el silencio
Te observo seriamente.
Mis zapatos, no son los tuyos.

Decime si es posible esta trilogía
En verdaderos espacios afectivos

7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

A mí me parece posible pero ciertamente improbable.

Besos.

JESUS y ENCARNA dijo...

Buenos dias Gabriela, si se trata de amor y respeto, siempre seran posibles, de lo contrario te queda esa sensacion de perdida de tiempo.
Estoy de acuerdo con Toro, es improbable, quizas la distancia.
Besos
Jesus

DANI dijo...

El tres siempre ha sido un mal número. Lo ponags como lo pongas, siempre pincha algún angulo.

Besos geométricos

interpreta-sones dijo...

cuanta más hierba, más frondoso. es equilibrio es imposible, cantaban los piratas, aunque no para quien sabe andar descalzo.

Pepe dijo...

Es extraño (Como tantas otras cosas. Y entonces empiezo a pensar que, a estas alturas, ya lo extraño sería si no fuera extraño...)... El tres es la mitad de un ocho, el ocho es muy parecido al infinito, pero la mitad numérica del ocho es el cuatro... Tranquilamente, entonces esa mitad de infinito se verá más clara cuando seas cuatro... (¿?)... o sólo agregando un elemento más, quizá sea el tiempo que traera verdades que nadie podrá negar, se concretará esa mitad de infinito que no dejara ninguna duda...
No lo sé, pero de todos modos me gusto mucho la canción.

"La vida es más compleja de lo que parece..."

Ginebra dijo...

Pues es una difícil pregunta esa que planteas al final de esta reflexión tan poética... Sobre el amor hace tiempo que no hablo porque es incomprensible ciertamente... Es el punto de locura que se introduce en nuestra cabeza o en nuestro corazón aprovechando cualquier resquicio y que, unas veces, nos llena de alegría y otras de desazón.
Besos

Olga Cánovas Galindo dijo...

Sería perfecto!
Abrazos