domingo, 3 de febrero de 2008

El maderamen bien ensamblado de un edificio no lo desencaja un terremoto,

así el corazón afirmado en consejo bien maduro.

No vacila en tiempo alguno.

El corazón que se apoya en pensamiento sabio es como revoque mezclado con arena en muro liso.

Estacas colocadas en lugar alto no se sostienen ante el viento.

Así el corazón tímido, apoyado en necios pensamientos, no resiste el temor.

Eclesiástico 22, 19-22.

No hay comentarios: